Acerca de las especies.

Tema: Acerca de las especies. Lun Nov 23, 2009 8:04 pm

Humanos: estos humanos siempre han tenido cercanía al mundo de lo sobrenatural, por eso saben de la existencia de los inimaginables seres que pueblan el mundo. Saben con certeza que no pueden contar el secreto que acarrean por dentro.
En caso de que su pareja sea un vampiro, deberán llevar una dieta alta en proteínas y hierro, pues un déficit de ciertas sustancias nutritivas podrían acabar con ellos debido a la inanición. Son débiles en materia física con los demás, pero no por ellos los menos desprotegidos. Las Leyes del Internado Luna Llena garantizan la mayor seguridad para ellos, pues al no tener ningún talento especial, son los más vulnerables.

Vampiros: los aspectos que tienen son siempre similares: tez pálida, rasgos definidos y bellos, complexión fuerte y de musculatura marcada. Sus ojos son siempre brillantes. Al tacto están helados, y siempre desprenden un aroma sobrecogedor y atrayente. Sus colmillos se alargan cuando sienten la sed de sangre correr por su garganta. Su dieta puede componerse tanto de sangre animal como humana, pues pueden alimentarse de estos últimos sin llegar a matarlos, ya que la ponzoña aminoraría el dolor que el humano pudiese padecer en el procedimiento. La conversión en vampiro de un humano se dará cuando el vampiro drene a su víctima completamente y expulse su ponzoña dentro del humano; esto le concederá al vampiro un reforzamiento de sus talentos (el vampiro 'neófito' deberá tener un mayor autocontrol por la sed de sangre humana, pues será mayor en esta época).
Los talentos especiales de los que están dotados de gran velocidad y fuerza, por lo que sus reflejos son impecables. y el total control del elemento del Hielo. Son inmortales, y las viejas leyendas sobre las estacas, la plata y los ajos, se quedan en eso, en leyendas. Tienen una fuerte enemistad con los ángeles, así pues, no podrán llevarse bien entre ellos de ninguno de los modos.

Dragones: estos metamórfogos alados se desarrollan desde su infancia en forma de dragón, pues la capacidad de humanizarse la adaptan a su ser dos años después de su nacimiento. Todos ellos se quedan estancados en la edad de jóvenes adultos, sin poder llegar a envejecer. Su aspecto humano dependerá de su apariencia como dragón: el color de sus ojos humanos será al igual que los que tiene como dragón; el tono de las escamas de la piel de dragón definirá el color de pelo humano, siendo así que los tonos oscuros representarán cabellos oscuros, y los tonos pálidos, representarán cabellos claros. Todos dragones en forma humana tienen un aspecto atlético.
Roza la inmortalidad, pero cada dragón poseerá un punto débil que si se toca podrá suponer la muerte del dragón (dicha debilidad deberá ser reflejada en la ficha del personaje). Sus talentos especiales serán el total control en las grandes alturas, la velocidad y el control del elemento del Fuego. Su fuerte enemistad con los licántropos les impedirá el buen trato con ellos.

Elfos: estos seres mitológicos siempre han preferido vivir en lugares inundados de Naturaleza, pero se ven correr peligro cerca de la humanidad, pues éstos destrozan lo que la Naturaleza ha creado para los Elfos. Aún así, no sienten aversión hacia los seres humanos, ya que también fueron creados por la Naturaleza, y los Elfos aman sus creaciones. Los rasgos de todos ellos suelen ser afilados, de cara ligeramente alargada, ojos débilmente rasgados, orejas picudas. Son altos y desgarbados en su mayoría, pero podría haber alguna excepción. Son protectores hasta la médula con los seres vivos, y los bosques siempre los han sentido como sus casas.
Llegan a vivir miles de años, y en su corta vejez es cuando suelen envejecer previamente antes de morir. Sus talentos especiales son la empatía con los demás, la agilidad, y el dominio del elemento Agua, pudiendo así controlar la Naturaleza.
Al ser pacíficos y pacifistas, no mantienen ninguna enemistad con otra especie.

Ángeles: estos especiales seres divinos siempre han preferido los lugares fríos, donde el viento corre salvaje, pues eso les permite alcanzar grandes alturas. Sienten la necesidad de proteger a todas criaturas de sus enemigos antiguos, los vampiros. Tienen coraje y valentía, lo que les supone fieros y guerreros. Sus alas salen de los omóplatos, y la largura y anchura de ellas determina la edad que tiene el ángel, siendo así que cuánto más largas son, más mayores. Las plumas son blancas impecables, límpidas. La mayoría de ellos tienen los ojos claros -azules o verdes-. Las alas pueden aparecer o desaparecer a merced de la voluntad del ángel, pues poseen la capacidad de ocultarlas.
Son inmortales, y de ahí que la lucha contra los vampiros sea siempre eterna.
Sus talentos especiales son el dominio de las armas blancas, la capacidad de volar y el control del elemento Aire.
Como ya se ha citado, su enemistad está forjada con los vampiros.

Licántropos: estos metamórfogos poseen la habilidad de transformar su cuerpo a merced de ser humano o lobo de tamaño descomunal. No se tiene claro su origen, pues nadie ha conseguido llegar al fondo del asunto. Son lujuriosos y despreocupados, pero tienen un valor inaudible cuando se trata de proteger lo que es suyo o defender unos ideales. También son bastante leales, pues siempre se encuentran en manada. Cuentan las leyendas de que en cada manada hay una jerarquización, aunque, como casi todo sobre estos seres, no es seguro.
De aspecto suelen ser robustos y atléticos en forma humana. Sus ojos suelen ser oscuros -tonos marrones, negro, grises oscuros- y atentos. Sus mandíbulas, cuadradas y marcadas.
Sus talentos especiales son la velocidad, el desarrollado olfato y el dominio del elemento Fuego.
Su enemistad es muy intensa con los dragones.

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