Amée todas las que pusieron, yo mientras leía Crepúsculo (que lo hice en la computadora), copiaba y guardaba todas las frases que me encantaron =D , estas son sólo de Crepúsculo:
1) Cuando alcé los ojos y vi un Volvo plateado aparcado en la calle todo se me vino encima.
Vampiro estúpido y voluble, pensé.
2) Estaba a punto de sentarme cuando Edward me indicó lo contrario con la cabeza.
— ¿Tiene, tal vez, algo más privado? —insistió con voz suave a la anfitriona.
No estaba segura, pero me pareció que le entregaba discretamente una propina.
No había visto a nadie rechazar una mesa salvo en las viejas películas.
3) —No te rías, pero ¿cómo es que puedes salir durante el día?
En cualquier caso, se rió.
—Un mito.
— ¿No te quema el sol?
—Un mito.
— ¿Y lo de dormir en ataúdes?
—Un mito —vaciló durante un momento y un tono peculiar se filtró en su voz—. No puedo dormir.
Necesité un minuto para comprenderlo.
— ¿Nada?
—Jamás —contestó con voz apenas audible.
Se volvió para mirarme con expresión de nostalgia. Sus ojos dorados sostuvieron mi mirada y perdí la oportunidad de pensar. Me quedé mirándolo hasta que él apartó la vista.
4) Hablaba con cautela. Me di cuenta de que él mismo no llevaba cazadora,
sólo una camiseta gris de manga larga con cuello de pico.
De nuevo, el tejido se adhería a su pecho musculoso.
El que apartara la mirada de aquel cuerpo fue un colosal tributo a su rostro.
5)
—Siempre te digo lo que pienso de verdad.
—Lo censuras —me acusó.
—No demasiado.
—Lo suficiente para volverme loco.
6)
—Quiere saber si nos estamos viendo a escondidas, y también qué sientes por mí —dijo al final.
— ¡Oh, no! ¿Qué debo decirle?
Intenté mantener la expresión más inocente.
La gente pasaba a nuestro lado de camino a clase, probablemente mirando,
pero apenas era consciente de su presencia.
—Humm —hizo una pausa para atrapar un mechón suelto que se
había escapado del nudo de mi coleta y lo colocó en su lugar.
Mi corazón resopló de hiperactividad—. Supongo que, si no te importa,
le puedes decir que sí a lo primero... Es más fácil que cualquier otra explicación.
—No me importa —dije con un hilo de voz.
—En cuanto a la pregunta restante... Bueno, estaré a la escucha para conocer la respuesta.
7) Jamás veríamos las estrellas sin la oscuridad.
En ese momento, el frío brazo de Edward me rodeó debajo de las mantas y me besó en la oreja.
9)
—Hueles deliciosamente a lluvia —comentó.
—Pero, ¿bien o mal? —pregunté con precaución.
—De las dos maneras —suspiró—. Siempre de las dos maneras.
10) Desorganizó todos mis procesos mentales.
11)
Entonces tomó mi cara entre sus manos, casi con rudeza y me besó en serio,
moviendo sus labios insistentes contra los míos.